Después de trece meses de síntomas evidentes de la enfermedad, me encuentro muy bien de ánimo, he perdido algo de autonomía, fuerza , movilidad e intimidad Sin embargo aún voy caminando trayectos cortos con la ayuda de muletas, para los trayectos largos utilizo la silla eléctrica y ¡es una pasada como se divierte mi hija pequeña cuando la subo en mi rodillas y empiezo a dar vueltas en el parque y hacer piruetas!.

Me he dado cuenta de que me estoy haciendo más fuerte en mi lucha contra la ELA, no se si al final me ganará la batalla, pero por mi parte y todo el esfuerzo que yo puedo hacer no será, luchare hasta el final; por mi, por mis hijas, mi mujer y todo lo que me rodea.
A pesar de que vivo en un segundo sin ascensor y tengo 44 escalones hasta mi casa, los subo y bajo todos los días (que ya me cuesta), pero merece la pena. Desde que tengo el diagnóstico voy a rehabilitación aproximadamente dos horas diarias menos los sábados y domingos y me hace sentirme más fuerte y ágil, aparte de conocer gente estupenda, algunos llevamos tanto tiempo que ya somos como de la misma familia y por eso me han dado una pequeña fiesta de despedida, por que he dejado la rehabilitación un tiempo para hacerme unas pruebas y poder presentarme en un ensayo clínico.
Con el tiempo iré poniendo alguna foto mía y de los medios que utilizo para las ayudas diarias.