Como ya he dicho
alguna vez, tengo alrededor de 40 peldaños para acceder a mi casa, aunque
todavía los subo con la ayuda de mi mujer, ya me he asustado varías veces ,
incluso hubo algunos días en los que me caí, pues bien, no tenía la posibilidad
de poner ningún sistema de elevación en mi casa, y todo debido a mi mala
situación económica.
Llevo cerca de once años pagando una hipoteca, que
corresponden a quince millones de las antiguas pesetas, de un mal trato que
hice (a lo hecho pecho) y otra mayor de un edificio completo compuesto por dos pisos, un
sotano, un comedor restaurante y un bar, el cual trabajábamos mi mujer y yo
desde entonces, con más o menos dificultad lo hemos ido pagando durante todo
este tiempo; pero desde octubre del 2010 se nos complicaron un poco más las
cosas, este mismo mes tuve que dejar de trabajar y al mismo tiempo mi mujer, ¿quién
me iba a decir a mi que con 35 años, iba a estar jubilado y con una minusvalía
del 75 %?, por lo que ahora no me financian nada, y no podemos instalar una
silla salvaescaleras. Nunca en todo el recorrido de mi vida perdí mi sonrisa,
hasta los últimos días en los que me caí, estos últimos días vi cómo 40 peldaños me
separaban del mundo exterior, y así mismo de la felicidad, felicidad y sonrisa
que volví a recuperar cuando un día después de llegar a la sala de
rehabilitación, mi mujer y ángel de la guarda, comentó el problema que habíamos
tenido en la bajada del piso, y ella dijo que así no podíamos seguir que si
hacía falta iría de casa en casa pidiendo para poder instalar la silla ya que
lo último que ella iba a permitir es que yo me quedara en el piso sin poder salir
a la calle; sin terminar el comentario, todos los que se hallaban presentes se
ofrecieron a colaborar y organizar un festival benéfico para recaudar el dinero
necesario,( Uno de los regalos más grandes de mi vida),evento que dará comienzo a las 18:30 de la tarde del doce de octubre
de 2011.
Tengo la posibilidad de trasladarme a la vivienda de mi madre, ya que esta
en planta baja, pero habría que hacer una gran cantidad de obras para adaptar
el patio y el baño, con un gasto aproximado al de la silla, (¡y cómo en casa de uno, en ningún otro sitio! ¿verdad?) .
Quiero agradecer a todos los artistas, colaboradores y
conocidos la ayuda que nos han ofrecido,
Sin ellos
no sería posible.